Precisamente
cuando cerrás la puerta para que no se vuelva a abrir,
el viento comienza a entrar por sus marcos y rajaduras
o tu vida y sus cicatrices.
Precisamente
Precisamente
cuando te alejas dando la espalda al pasado,
es cuando ese viento pega en tu espalda para hacerte girar
y notar que no esta totalmente cerrado.
Precisamente
Precisamente
cuando miras, notas lo que antes no existía,
lo que no estaba en aquella puerta: su cerradura.
Precisamente
Precisamente
cuando miras por la cerradura
vez la luz que está presente del otro lado,
donde vos no estas.
Precisamente
Precisamente
cuando observas la luz,
te das cuenta que estas a oscuras.
Precisamente
Precisamente
cuando intentas volver a abrir lo pensas 2 veces
Precisamente
Precisamente
cuando pensás,
tenés dos opciones.
Precisamente
Precisamente
una es ilusión,
de que al abrir puedas volver a tu lugar
Y precisamente
Y precisamente
la otra es desilución
que cuando observes, sepas que todo esta bien allí
y no debes ingresar
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Tomás Lombardo
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